Luego de una larga inactividad en el blog retornamos con una seguidilla de frustraciones. Pero más allá de la desazón por no ver los resultados deportivos que uno desea, el desencanto viene acompañado de mucha bronca. A saber:
Hay bronca porque formamos buen equipo, buenos jugadores, excelentes personas, pero no terminamos de consolidarnos como grupo;
Hay bronca porque ese detalle genera que no exista en todos el mismo compromiso que en algunos de los muchachos que con muchos pergaminos encima tienen un gran sentido de la responsabilidad;
Hay bronca porque si en las disposiciones del torneo se establece que con un día lluvioso como el del sábado se debe jugar igual, aunque nos guste más quedarnos a dormir la siesta debemos ir de todos modos y no dejar la responsabilidad siempre en los mismos que están dispuestos a mojarse o arriesgarse a jugar sobre una cancha en pésimas condiciones;
Hay bronca porque siempre estamos ahí, peeeeeero.........siempre ´"faltó un poquito";
Hay bronca porque dos torneos ganables los dejamos ir por las razones ya dichas;
Hay bronca porque en la primer fecha jugamos durante treinta minutos con dos jugadores más que el rival y no pudimos ganarlo;
Hay bronca porque el sábado volvimos a perder con Gea cuando tuvimos todas las chances de triunfo y aquí voy al análisis de ese partido.
Un equipo con muchas bajas y no habitual en su formación desde el inicio. Igualmente el comienzo fue parejo. Llegadas escasas pero con un terreno de juego propicio para el error, muy mojado y rápido que impedía tener precisión. De a poco Contacto fue tomando cierto control del partido y encuentra sobre los últimos minutos del primer tiempo el gol de apertura del marcador a través de Torancio que presagiaba que podía salir el sol para nuestro equipo pese a lo lluvioso del día.
El comienzo de la segunda etapa amplió la espectativa triunfalista porque en los primeros diez minutos de juego el dominio de Contacto se acrecentó y mostró mejor juego que el rival. El equipo estaba bien parado en sus tres líneas y de a poco se acercaba al arco rival con mayor peligro. Pero sucedió la primer jugada inoportuna, desafortunada y lamentable. En una salida sin mayor peligro de Gea cerca de su propia área, Beto levanta de manera instintiva su mano y frena una contra rival de manera intencional. Expulsión, justa, indiscutible más allá de las protesta propia de la impotencia. Fue doble amarilla correctamente sancionada. A partir de ahí todo cambió. Todo fue diferente. Sobre todo porque a los pocos minutos el Corto Zabala debe salir lesionado y ante la falta de recambio el equipo terminó siendo un remiendo que dispuso más de voluntarismo y esfuerzo que de virtudes futbolísticas.-
Gea es bicampeón y por algo tiene los logros alcanzados. Inmediatamente a la expulsión salió de su letargo y se dió cuenta que tenía la posibilidad de revertir no solo el juego sino además el resultado. De a poco comenzó a tomar dominio del terreno y sin marcar una gran diferencia empezó a hacer sentir el jugador de más. Contacto aguantaba y de vez en cuando metía una contra. Pero llegó la otra jugada, la definitiva, la que le devolvió la vida a Gea por segunda vez. En una de las contras de Contacto, San Torcuato desborda por izquierda, agarra mal parada a la defensa rival y lo deja a Mono Agulló solo, a apenas un metro de la línea de gol, pero el Rafa fue traicionado por el terreno de juego y su larga inactividad y se pierde un gol increible, insólito, imposible de describir en este relato. Era el dos a cero y seguramente la tranquilidad del triunfo. Ocurrió lo contrario, Gea vuelve a sobrevivir y ya eran demasiadas posibilidades otorgadas a un rival de tal magnitud. Quién así, a base de méritos de saber aprovechar las chances dadas llega al empate y ya con mejor condición física dentro de la cancha va en busca de la presa y consigue el triunfo en un mal cierre de Turco Jure, de buen partido hasta ese momento.
Hay bronca entonces porque los méritos del rival fueron en base a los errores propios de Contactos;
Hay bronca porque de haber tenido recambios no hubiera terminado Bianchi de ocho y el Beto ni siquiera hubiera sido expulsado dado que hubiera sido reemplazado en el primer tiempo por su dolencia en la pierna.
Hay bronca porque de seis puntos jugados solo se consiguió uno.
Hay bronca, Por suerte hay bronca que no es lo mismo que indiferencia. Ello puede que nos permita entender que el grupo se debe consolidar porque la calidad de jugadores está. Nos debe hacer tomar conciencia que se perdieron cinco puntos pero recién va la segunda fecha y restan 39 en juego.
Hay bronca pero hay chances. Solo depende de lo que se quiera lograr y del compromiso que se quiera asumir.
Esta es la marcha de la bronca de aquí al final. Como el tema de Miguel Cantilo: "Bronca que también es esperanza. Marcha de la bronca y de la fe".-